La segunda edición de este evento, conocido como “la Pizza más Larga”, sumó 10 metros más al récord batido el año anterior y tuvo lugar desde las 11 a las 15 en las dos cuadras de la avenida Corrientes que median entre las calles Talcahuano y Cerrito.
Los encargados de cocinar la pizza más larga de Buenos Aires fueron los comercios agrupados en la Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas (Appyce) y la venta estuvo a cargo de integrantes de la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra).
La actividad es a total beneficio de Asdra y las porciones fueron comercializadas por unos 20 jóvenes y adolescentes con síndrome de Down, que ejercieron “un rol activo, trabajando con los pizzeros”.
«Pasaron algo más de 5.000 personas y vendimos 3.000 bonos de la pizza que repartieron los chicos con síndrome de Down», señaló a Télam Soledad Bugacoff, responsable de comunicaciones Asdra.
Las porciones fueron vendidas hasta las 15, a un precio de 20 pesos incluyendo un vaso de gaseosa.
“El año pasado, en la primera edición, fueron 50 metros de pizza y este año se superó en 10 metros este récord”, dijeron desde la organización.
El evento, además, contó con un show de «magia inclusiva», un espectáculo musical, la actuación de un acróbata pizzero, entre otras propuestas.
La iniciativa fue organizada por Appyce, con el apoyo de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Asociación Amigos de la Avenida Corrientes.
«El saldo es muy positivo porque pudimos llegar a un montón de gente donde la participación de los chicos es muy activa, ya sea trabajando junto a los pizzeros, como vendiendo los bonos y atendiendo a la gente que se acercó», agregó Bugacoff.
Asdra es una asociación de familias de personas con síndrome de Down que hace más de 27 años trabaja por la plena inclusión en el hogar, la salud, la educación, el empleo y la vida independiente.
La entidad acompaña a las familias, capacita a docentes y otros profesionales y promueve los derechos de las personas con discapacidad en la comunidad.
«Trabajamos todos los días por la inclusión de las personas con síndrome de Down, en el trabajo, la familia, la escuela y la sociedad para que vean y sepan que ellos pueden ser totalmente independientes a la hora de cumplir con sus actividades», enfatizó la responsable de comunicaciones.
Fuente: Télam.