Con un buen ritmo de ventas y aprovechando su buena carta de presentación, tanto La Siempre Verde como el Club Huracán vivieron dos jornadas intensas de trabajo durante el Jueves y Viernes Santo, que les permitió cerrar con un saldo positivo este renovado regreso gastronómico.
«Por ser un año especial, superamos las expectativas. El viernes a las 21 horas ya teníamos prácticamente todo agotado. Estamos más que contentos porque el ritmo de venta fue similar a años anteriores. Siempre sucede el famoso cuello de botella de los viernes al mediodía y con el trabajo de todos los que nos ayudan pudimos cumplir. Contamos con alrededor de 40 personas trabajando en la cocina y atención a la gente», resumió Carlos Bardetis, desde La Verde.
«Nosotros tuvimos un buen jueves y el viernes mucha cantidad de gente en la sede y vía delivery. Llevamos viandas a distintos puntos de Bahía y eso nos permitió superar las expectativas. Nuestra mercadería llegó a todos lados y esto nos sirve muchísimo en esta época de vacas flacas. Nos jugamos mucho y salió bien», reconoció Pino Alonso, integrante de la comisión del Globo.
«Nos encontramos con mucha gente que nunca había venido y aprovechó para visitar el puerto. Ojalá que el año que viene podamos volver a la normalidad y, durante abril, reabrir nuestros talleres. Mientras tanto, luego de reaparecer después de 2 años, estamos agradecidos a los Montañeros y a nuestras comisiones por el trabajo realizado», cerró Bardetis.
«En nuestro club pasó lo mismo y trabajó toda la comisión. Pablo Roa y Alberto Ciampichini fueron los encargados principales y el resto del grupo participó en todas las tareas. Las felicitaciones que nos llegaron es lo mejor que nos puede pasar. Y ahora vamos a invertir este dinero en el mejoramiento del gimnasio. Llevamos alrededor de 2 millones de pesos gastados en obras y queremos seguir por ese camino», concluyó Alonso.