Con el conflicto gremial latente, que por ahora fue atenuado por la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo la semana pasada, las empresas de la alimentación le están advirtiendo a cada funcionario con el que se reúnen que si el sindicato mantiene su posición y su plan de lucha en reclamo del 42,8% de aumento salarial, habrá serios problemas de abastecimiento, como está ocurriendo con el sector de aceites, cuyo conflicto sigue en pie y con consecuencias cada vez peores.
Así lo admitió el titular de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, presidente a su vez de la Federación Industrial de Productos Alimenticios (FIPA), que negocia el convenio salarial del sector. En un encuentro con periodistas a propósito del 40º aniversario de Copal, el directivo transmitió su preocupación por la evolución de la paritaria debido a que muchos subsectores conformados principalmente por pequeñas y medianas empresas atraviesan una situación muy difícil y no están en condiciones de afrontar incrementos de sueldos ni siquiera del orden del 36% como se pactó el año pasado. Incluso, manifestó que existen muchos sectores y regiones que están reclamando una negociación por fuera del convenio general de la alimentación para no estar atados a lo que cierren las grandes empresas. Esta posibilidad, de todos modos, resulta prácticamente inviable. Funes de Rioja insistió en que el salario básico de la industria creció 3074% desde 2001 y 767% desde 2005, que por ende no tiene ningún atraso y que la paritaria de este año debe ser exclusivamente «de inflación». Y para la entidad, la suba de precios en 2015 no será del 15% como les planteó el secretario de Comercio, Augusto Costa, cuando visitó la sede de Copal, pero se ubicará entre el 20 y el 25%, enfatizó el directivo. Por el momento, el gremio reclama una suba del 42,8% sobre el piso salarial y no dio señales de bajarse de ese nivel. Incluso, comenzaron con paros de dos horas por turno en todo el país la semana pasada, medida hoy suspendida por la conciliación obligatoria, pero que puede retomarse o profundizarse a partir del 12 de junio, cuando venza ese plazo.
Los empresarios de la industria están atentos a lo que ocurra con la negociación de aceiteros, que sigue trabada y con un paro en 40 plantas de todo el país que ya lleva 23 días. En ese caso, la industria acordó con el gremio un aumento del 36% 28% más adicionales pero el Gobierno lo vetó. Dependerá de qué actitud tomen las autoridades el accionar que luego tenga el gremio de la alimentación.
Los empresarios de Copal también aprovecharon el encuentro con la prensa para repasar los magros números que la industria viene padeciendo desde el año pasado y adelantar un documento que será presentado el 25 de agosto en una jornada de debate sobre el sector que se realizará en la UCA. El trabajo, que ya fue presentado a algunos precandidatos presidenciales, relata cada uno de los problemas que aquejan a la actividad con las respectivas propuestas de solución. Entre ellos, se destacan la alta presión tributaria; los costos logísticos; los controles de precios; la ley de Abastecimiento; las demoras en el pago de los reintegros y las retenciones a las exportaciones. Según las cifras de Copal, en el primer trimestre del año las ventas al exterior cayeron 4,7% interanual y 10,2% sin contabilizar el rubro de aceites. «Hay que trabajar sobre los factores distorsivos. No hay una medida que arregle todo», destacó Funes de Rioja.
Fuente: infocampo.com.ar