Luego de desarrollar distintas actividades en las vacaciones de invierno y programando un evento para el día del niño, Teresa Troncoso, titular del Merendero «Todo corazón», que funciona en la avenida San Martín, brindó un panorama sobre la situación social y la asistencia que se realiza a muchas familias whitenses.
«Me levanto a las 6.30 de la mañana todos los días para atender a las personas, empezar a cocinar y repartir las viandas dos veces por semana a la 1 del mediodía. También recibo donaciones y repartimos leche, torta fritas. Ahora hay más demanda de gente. Antes era atender solo a los chicos, y ahora es una familia completa. Yo recibo ayuda del municipio y las donaciones que me llegan. Trabajamos sin fines de lucro y para ayudar a las personas», detalló Teresa.
«En su momento, como dije, antes de la pandemia, el merendero asistía a los chicos con la merienda. Después empezaron a surgir más necesidades, sumado al temporal que dejó a muchas familias con problemas. Hay gente que, además, perdió su trabajo y se siente. Tratamos de hacer muchas cosas, de entregar ropa, de hacer actividades con los chicos y tratar de salir adelante. El fin de semana pasado hicimos un evento con la presencia de 150 chicos en el patio de Cáritas», destacó.
Teresa, quien lleva 25 años viviendo en White, amplió datos sobre su destacada labor social en la comunidad: «todo empezó con unos compañeros de mi hijo que venían a casa y no tenían para comer. Algo tenía que hacer, y así empecé a hacerles la merienda para cuando salieran de la escuela. De a poco, se fueron sumando más chicos y mi casa se convirtió en su espacio».
«Hoy estamos hablando de que ente 50 y 60 familias de White y alrededores vienen a buscar comida al merendero. Todo lo hago con colaboraciones de vecinos, sin el apoyo de nadie. Tenemos buena relación con la delegación y ya estamos pensando en el día del niño», completó.
«Hay días que no hay comida. O no alcanza. Yo cocino como si fuera para mí. Uno ofrece algo caliente y decente para la gente. Me ha pasado de no tener nada para cocinar y la gente venga igual. Hay gente que ha estado bien económicamente y hoy vienen a golpear la puerta. Hay situaciones increíbles», cerró Troncoso.