En la previa de la esperada presentación que llevarán a cabo el próximo sábado en el Teatro Municipal, parte de los integrantes de la Compañía de Teatro de Ingeniero White anticiparon la nueva puesta en escena de la obra «Dos modistos en apuros», en nuestro tradicional espacio radial en La Brújula 24.
«Estamos contentos, esperando el sábado con ansias. Nervios, a esta altura, no tanto, sí un poco de locura para que todo esté a punto», reconoció Néstor Huyi Faillá, quien encabeza la obra.
Además, Sandra Sapoznik y Valeria Pozo, integrantes del elenco, contaron algunos detalles de la puesta en escena y los personajes que forman parte de la historia.
«Mi papel es un un poco duro. Yo vendría a ser la madre de Betiana (Valeria) y suegra de Gerardo Ciccone, quien la pasa bastante mal con nosotros», anticipó Sandra.
«No es fácil hacer reír a la gente porque requiere de más trabajo. Esta comedia hace que la gente se ría a carcajadas y eso nos deja contentos porque es señal de que estamos haciendo bien nuestro trabajo. Yo soy la novia de uno de los modistos, una chica tierna que lo quiere llevar al casorio, aunque tiene padres muy estrictos que la complican un poco», adelantó Valeria, quien estudia tecnicatura y profesorado en la Escuela de Teatro.
–¿Cómo son los días previos a subir al escenario?
–Huyi: Esta obra la hemos dado tantas veces que ya nos sale de memoria. Hay que tratar de refrescar para que no nos olvidemos nada. Esta obra en particular, la ensayamos una vez por semana y previo al día de la función reforzamos con algún ensayo más.
–Sandra: Muchas veces surgen cosas espontáneas en los ensayos y Huyi las marca para que formen parte de la obra porque la gente después se ríe muchísimo. Siempre surgen chistes y temas nuevos. No somos para nada estructurados y eso nos permite ofrecer cosas distintas.
–¿Cómo manejan el tema de escenografía, vestuario y puesta en escena?
–Sandra: Estamos en todos los detalles para que la gente lo vea lo más agradable posible. La escenografía tiene mucho que ver con la obra y la mejoramos permanentemente porque en cada traslado se estropea un poco. Y el vestuario, también lo vamos mejorando presentación a presentación. Trabajamos a pulmón en todos los aspectos.
–¿Qué devolución reciben del público que ya vio la obra?
–Huyi: Casualmente ayer estuve hablando con una señora que ya vio la obra y me dijo que va a ir de vuelta. Hay gente que la vio hasta 6 veces. Cuando nos enteramos de eso, es una alegría inmensa. El plazo de vencimiento no se lo podemos poner nunca porque siempre nos piden a los modistos. De todos modos, ester año empezamos a ensayar una obra de Hugo Daniel Marcos, llamado «Los putativos», que se trata de una comedia como nos gusta a nosotros, disparatada y con encuentros y desencuentros permanentes.
«Nosotros no vivimos de esto, pero tampoco queremos poner plata del bolsillo. Por eso, tenemos un fondo que nos permite renovar escenografías, comprar telas y gastar plata en promoción y esas cuestiones. Y el principal beneficio que nos deja, son los ricos asaditos que nos comemos de vez en cuando. Por eso, le pedimos a la gente que nos vuelva a acompañar una vez más», concluyó Faillá.
El Tula Melcon, en el centro de escena
«Nos hace reír constantemente en los ensayos porque agrega un factor cómico muy importante. El día que no haga más teatro, abandonamos todo. Nos hace reír muchísimo», reconoció Huyi.
«Gracias a él tenemos el espacio para los ensayos en el Boulevard, un lugar precioso y muy prolijo. Allí también nos reunimos a comer y festejar. El Tula es un personaje espectacular y actúa de forma muy natural. Es muy creíble y espontáneo, lo cual hace reír mucho a la gente», agregó Sandra.