Uno de los temas centrales que tuvo la edición 720 de IngenieroWhite.Com, emitida por La Brújula 24, fue la visita de Roque Armario, defensor y capitán de Puerto Comercial, quien el pasado domingo vivió un momento especial: llegó a los 200 partidos en Primera.
«Lo primero que pensé es en el camino recorrido y el sacrificio. Es un orgullo y te pone feliz. Me tocó en un buen momento deportivo del equipo y también del club, que se sigue acomodando de cara al futuro», sostuvo Roque.
–¿Cómo era Comercial cuando empezaste a jugar?
–Yo nací en Mar del Plata y hasta los 7 años viví en Necochea. Ahí nos vinimos con mi familia a White y como mis amigos del barrio y de la Escuela 13 jugaban en Comercial empecé con ellos. Estuve en la Escuelita Belgrano y después todo el camino formativo.
«Siempre digo que el Colo Azzolini fue mi mentor y que Marcelo Cela y Pablo Recalde exceden lo común porque compartimos muchas cosas y podemos hablar de todo», destacó.
–¿Qué viene después de estos 200 partidos?
–Disfrutar. El año pasado tuve un problema de salud, así que bajé un cambio y me lo tomo de otra manera. Ahora me lo tomo más relajado. Es un partido de fútbol. Por ser hincha de Comercial festejé mucho las victorias, pero las derrotas las padecí el doble. Y como coordinador del fútbol formativo siento que hay mucho por hacer y que seguimos creciendo.
El ping-pong de Armario
El debut. En 2007, con Néstor Comino como técnico. Fue contra Sansinena y ese día jugué de 8. Por suerte, me fui afianzando en la zafa central que siempre fue mi posición.
3 goles. Uno se lo hice a Misael Petercic contra Sporting, uno a Villa Mitre y otro a Almaceneros de Pringles.
La peor patada. Se la di a David Gerbaudo, contra La Armonía, en 2015. Lo saqué de la cancha y me dieron 5 fechas. Me quería morir.
Los mejores momentos. Tengo dos: el campeonato en reserva en 2008, donde entre Salazar, Meder y Aristi hicieron 80 goles. Y por supuesto el ascenso en 2011.
Los que más padecí. Brian Scalco, que luego fue compañero, Nicolás Goroso, Mariano Mc Coubrey y Javier Muñoz.
Los amigos. Fernando Kessler es mi hermano de corazón. Gabriel Rousillón, Darío Pereyra, Diego Arrieta son grandes amigos. Y con Luly Vejar la mejor zaga central.