El furor por los programas de inteligencia artificial (IA), luego de que la compañía OpenAI, ligada a Microsoft, permitiera el uso público de la plataforma ChatGPT en noviembre y Google lanzara al mercado recientemente su programa Bard, disparó el uso de esta tecnología, no sólo para actividades lúdicas como la realización de cuentos o una sinfonía, sino que cada vez más profesionales incorporan estas herramientas a su trabajos.
Mientras los gigantes de internet luchan por imponer su modelo de IA, los usuarios ya empezaron a darle múltiples usos a los chatbots -un software que simula una conversación real con una persona por texto o por voz-, que dan muestras de que pueden revolucionar áreas como el trabajo y la educación gracias a la precisión de sus respuestas y a la capacidad de realizar múltiples y complejas tareas.
«Lo uso todos los días, principalmente como asistente personal. Cuando tengo una duda sobre algo, le pregunto al chat. Por ejemplo, cuando hago una web, le pido que escriba una oración de 5 a 10 palabras que invite a descargar un formulario y que me dé 10 opciones. Eso lo tomo como punto partida y después lo retoco. Resuelve rápido algo que antes me tomaba mucho tiempo», dijo a Télam Danel Aisemberg, director de la agencia de diseño Ingenima.
Aclaró que «es una tecnología que está muy buena; es muy nueva y todavía no se sabe cómo usarla. Es como una calculadora, que la usas para hacer cuentas rápido, pero esto lo vas a usar para hacer un proceso más rápido».
Marina Damil, que trabaja y es docente en la escuela de marketing digital Pixel Digital Academy, valoró los programas de IA, pero aseguró que «le faltan los distintos tonos, los matices, por eso no reemplaza a las personas».
«En los trabajos de copywriter ya lo empezamos a usar como un disparador de ideas porque da información, pero es una herramienta más. Después una persona lo edita para que quede conforme a lo que se quiere transmitir ya que no necesariamente respeta el tono de la marca», aseveró Damil y contó que ya agregó estos programas al plan de estudios de sus clases.
Fuente: Télam.