Según informaba ayer la Radio y Televisión Pública Italiana (RAI), esos cuatro pilares serán la ayuda a los países de origen y tránsito de los migrantes; establecimiento de controles fronterizos en el sur de Libia y los países vecinos; misiones de seguridad y defensa contra los traficantes y contrabandistas; y establecimiento de «un mecanismo de cuotas» para los refugiados, obligatorio para los 28 países miembros del bloque.
La Alta Representante de la política exterior de la UE, Federica Mogherini, destacó este fin de semana en Milán que «finalmente hay una respuesta europea» al tema de la inmigración, tras la llegada solamente a Italia de unas 170.000 personas durante 2014.
La semana pasada, la jefa de la diplomacia europea había advertido sobre la «responsabilidad» de afrontar la crisis migratoria por parte de la UE y subrayó además la necesidad de trabajar en “las causas de raíz” que generan la migración.
Pero sobre todo, explicó Mogherini, «debe ser resuelto el problema de Libia. Hasta que no se resuelva el problema de la guerra y la ausencia de instituciones habrá un corredor sin control».
«Así -agregó- que tenemos que trabajar con los libios en un gobierno nacional que sea estable para asumir la responsabilidad de controlar las fronteras, los contrabandistas y frustrar las organizaciones criminales», según reproduce el diario Corriere della Sera.
En esa línea, el ministro del Interior italiano Angelino Alfano, coincidió en una entrevista con La Repubblica que «la solución es un plan para Libia».
«Se necesitan fuertes decisiones de la comunidad internacional», demandó el ministro del país que más inmigrantes ha recibido desde el norte africano, especialmente hacia las islas del Sur, como Lampedusa y Sicilia.
«El egoísmo es fuera de los valores de la Unión», dijo a su vez el presidente italiano Sergio Mattarella, quien pidió a sus pares ser «menos egoísta que desempeñar un papel eficaz en la paz en Africa y el Medio Oriente», según reproduce el diario La Stampa.
Durante la última cumbre europea por el tema, en abril pasado, la canciller alemana, Angela Merkel, había sugerido que la ayuda a Italia podía estar condicionada a un plan de registro de los refugiados.
«Estamos listos para apoyar a Italia, pero el registro de refugiados tiene que ser hecho correctamente, de acuerdo con las normas de la UE», fue la última intervención de Merkel antes de la cumbre de este miércoles para la que aún siguen las tratativas.