«El volumen del comercio internacional de carne creció un 30 por ciento en los últimos diez años, mientras que el precio se catapultó un 60 por ciento», definió el consultor Víctor Tonelli en una reciente reunión de fin de año de Colombo y Magliano SA. Las causas del aumento del comercio hay que asociarlas a la demanda de los países asiáticos, que cambiaron totalmente el mercado mundial de carne, con China como protagonista principal.
Según la OCDE, hace 11 años había 1800 millones de personas de clase media en el mundo, principalmente en Europa y en los Estados Unidos. Ahora, este segmento representa 3200 millones de personas y más de la mitad está en Asia. Según la organización, en 10 años habrá 5000 millones de personas de clase media y 3200 vivirán en Asia. Las causas del aumento de precios están asociadas a una demanda insatisfecha, dispuesta a pagar más por el producto.
China no compraba carne vacuna siete años atrás y hoy es responsable del 13 por ciento de las compras mundiales, y se ubica segunda después de EE.UU. Más allá de este crecimiento del volumen importado generado principalmente por los países asiáticos, la Argentina tiene la oportunidad de acceder, próximamente, a países de alto poder adquisitivo, hoy vedados al producto argentino por restricciones arancelarias y paraarancelarias.
El comercio mundial de carne abarcará 10 millones de toneladas en 2017, de las cuales el 40% es importado por países que no le compran a la Argentina (Estados Unidos, Japón, Canadá y México, entre otros). Si se reabre próximamente EE.UU. se levantarán las restricciones de los demás. Frente al escenario descripto, la Argentina tiene la oportunidad de catapultar sus exportaciones aumentando el porcentaje de destete y el peso de faena de los novillos.
Fuente: La Nación.