La ausencia de palabras como “supermercados”, “alimentos” y “productos de primera necesidad” en el nuevo paquete de medidas de “alivio” anunciado por el Presidente Mauricio Macri hizo que cobrara sentido el comportamiento que vino mostrando el sector mayorista desde las PASO: una marea de argentinos cazando el changuito, en busca de stockearse al mejor precio. ¿El resultado de esta trillada película? Un alza en la demanda de supermercados mayoristas de entre el 40% y el 50%, con picos de 60%, como se registraron el lunes en un importante local mayorista de Avellaneda.
“Aquel que tenía un peso en el bolsillo salió a gastarlo en productos durables, tanto minorista como consumidor final”, confirmó Alberto Guida, presidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), que representa el comercio mayorista de alimentos, limpieza y perfumería.
“Sin embargo, el tema es que esto lo pudo hacer sólo el que tenía un peso en el bolsillo”, enfatizó Guida, en referencia a la espontaneidad del alza, que, en su opinión, tendería a desinflarse en lo que resta de la semana. “Fue un consumo anticipado”, evaluó.
Porque, “así como hubo un aumento en la demanda, el lunes también se vio que el 99,9% de nuestros proveedores –o sea, las fábricas- cortaron las ventas por la incertidumbre. En un contexto así, un mayorista no cierra su negocio ni tampoco puede remarcar todos los productos… ¿Por qué? Tenés tres problemas: uno, no le podés remarcar en la cara al consumidor; dos, no sabés a qué precio remarcar; y tres, ¡no tenés tiempo físico para hacerlo! ¿Cómo remarcás una superficie de 5.000 metros cuadrados? Quizás suspendiendo ofertas, pero mucho más no podés moverte”, analizó.
Traducido a lo que se está viendo este miércoles en las góndolas de los mayoristas argentinos, “el aumento, en algunos productos, ronda entre el 15% y el 20%», señaló Guida, y agregó: «Los que corrieron el lunes y el martes sabían que si se apuraban llegaban antes de la remarcación. Por eso yo digo ‘consumo anticipado’: te compro tres paquetes de yerba y tres botellas de aceite y, en definitiva, lo que incorporo es para consumirlo más adelante. Para protegerme. Pero eso a nosotros nos quita consumo a futuro”.
Que las corridas en las compras de esta semana salieron de la crisis, lo saben bien en la cámara que nuclea los rubros de “segunda línea” (textiles, calzado, marroquinería, juguetes), donde «el parate en la primera mitad de la semana fue total”, en palabras de Carolina Magariños, presidenta de la Cámara de Comerciantes Mayoristas e Industriales (CADMIRA): “Se restringió la venta totalmente. Recién este miércoles se empezaría a volver a comercializar algo, pero con un incremento de entre el 20% y el 30%, según el rubro”.
¿Algunos ejemplos de productos que en estas horas empiezan a remarcarse en los mayoristas? Según Guida, los “aceites, un 20% más; los pañales, un 15%; harinas, entre un 15% y un 18% más”. ¿Las leches? “Ni idea, todavía… como el escenario del dólar es incierto, la idea es probar y si te pasás de vuelta, por ejemplo aumentando un 20% y después resulta mucho, hacés alguna oferta y nivelás para abajo”.
Magariños, por su parte, se refirió a los problemas de los productos importados: “El precio es de reposición directa, o sea que lamentablemente esto se va a ver impactado en la inflación. Venimos de una etapa muy difícil y seguimos con una perspectiva difícil. En textiles, por ejemplo, los comerciantes que quedan ‘vivos’, seguro van a aumentar entre un 20% y un 30%”.
En ese y otros rubros que tienen un funcionamiento similar, el eterno problema está en la cadena de pagos. Según la presidenta de CADMIRA, “el mayorista le vende al minorista, pero suele ser una suerte de intermediario que da financiamiento para un lado y para el otro. Históricamente aceptaba pagos a 60 a 90 días y no había inconvenientes. Esto se fue complicando con la crisis cada vez más, al punto que ahora se dejaron de aceptar cheques a 60 días o, si lo aceptan, es con un plus. El tema es evaluar a cuánto va a estar el dólar”.
Fuente: Clarín