Luego de las modificaciones informadas hace algunos días en torno a la Ley de Adopción en la Provincia de Buenos Aires, la whitense Carolina Recalde, referente local y voz autorizada en la temática abordada en la legislatura, compartió con IngenieroWhite.Com sus sensaciones personales sobre su aporte y el avance conseguido en este tiempo.
«Para mí es un honor y un orgullo haber aportado, hace casi una década, en la Ley 14.528 de Procedimientos de adopción de la provincia de Buenos Aires. Además, el 12 de julio de este año el Senado de nuestra provincia me invitó a dar mi opinión sobre las modificaciones de la Ley mencionada. Allí mi participación se centró en la importancia de las licencias laborales en los procesos adoptivos», comentó.
«Hace algunos años, los Grupos Autogestivos venimos trabajando en este tema muy fuertemente, haciendo talleres y charlas, consultando a familias y a distintos gremios para conocer la normativa. Del derecho del trabajador al derecho del niño es una frase que condensa la importancia de contar con tiempo para vincularnos con nuestros hijos», continuó.
«Sabemos que las licencias fueron y son conquistas colectivas que deben adecuarse a los tiempos que vivimos y, en este caso, a la variedad de familias en la actualidad. Los adultos que desean adoptar necesitan tiempo para realizar la inscripción, para que puedan ser diagnosticadas sus capacidades parentales, para tener entrevistas con el equipo técnico y para vincularse, conocerse y convivir con sus hijos», completó.
Nuestros hijos:
–Son sobrevivientes de una historia teñida por la vulneración de derechos. Son sobrevivientes de una historia que no eligieron y en la cual no participamos.
–Atraviesan duelos.
–Carecieron de hábitos.
–Están asimilando lo sucedido con su familia de origen.
–Empiezan a convivir con desconocidos a los que deben conocer, en los que deben confiar y a los que deben aceptar como su nueva familia.
–Son personas que necesitan aliviar sus dolores, calmar sus miedos. Necesitan ser cuidados y protegidos, màs allá de la edad que tengan necesitan presencia física y emocional.
–Necesitan adaptarse a una nueva escuela, a un nuevo barrio, hacer nuevos amigos.
–La atención que necesitan es imposible brindarla al regreso del trabajo, cuando quizás el único momento para estar juntos en la cena o algún día del fin de semana.
–La licencia no puede ser a partir de la sentencia ni de la guarda porque hay etapas previas imprescindibles para comenzar a construir el vínculo.
“Porque armar una familia no es fácil y se requiere tiempo compartido, es necesario que las madres y los padres puedan vincularse con los niños/as y adolescentes que empezarán a ser sus hijos”, cerró Recalde.