«Elegí la Argentina porque tiene un buen nivel de educación superior», dice José Bráñez Mendoza, que tiene 27 años, es peruano y estudia Psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA). «Además, el ingreso de la UBA es irrestricto en tanto se pase el CBC. De donde vengo, la universidad pública tiene vacantes y examen de ingreso. Para una carrera de 20 vacantes pueden llegar a postularse 400», agrega.
Mientras los establecimientos públicos son gratuitos, las instituciones privadas cobran cuotas que varían ampliamente. Para la carrera de Administración de Empresas, por ejemplo, el rango mensual puede ir de $ 5000 a casi $ 20.000.
Los estudiantes universitarios extranjeros representan un 2,8% de la matrícula total universitaria en el país si se consideran las carreras de grado y pregrado (tecnicaturas) en el período de 2015 a 2016, que es el último registro del Ministerio de Educación. Sin embargo, las universidades confirman que cada año crece la cantidad de extranjeros que llegan a estudiar.
Para Alberto Barbieri, rector de la UBA, «la interacción con personas de otras culturas enriquece el acervo cultural de cualquier persona». Además, es un factor de prestigio y reconocimiento a nivel internacional. «Quienes estudian en nuestra universidad se llevan una imagen muy positiva de la UBA y la toman como propia; luego son embajadores en el mundo y fortalecen el intercambio en todos los aspectos en los países en donde estén», añade.
Según los datos analizados por LN Data, más del 90% de los extranjeros viene de países del continente, y especialmente de América latina. Los oriundos de países del Mercosur, o asociados, no necesitan aplicar para una visa de estudiante.
Perú lidera el ranking de extranjeros en nuestras universidades: son el 19,44% del total. El 80% de ellos eligen las universidades públicas.
José Luis Pérez Sánchez-Cerro, embajador de Perú en la Argentina, explica que este fenómeno se da por las históricas relaciones bilaterales, sumándose a ello la imagen positiva y buena calidad de la enseñanza que exhiben las universidades argentinas en el exterior, especialmente a nivel latinoamericano.
Walter Bernal, que estudia para ser contador público, cuenta que son difíciles los primeros momentos. Tiene 25 años y llegó de Perú hace siete. «Hoy, gracias a que participo en el Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas, entiendo mejor las cosas y puedo ayudar a los extranjeros que se sienten tan perdidos como yo al principio», dice.
A los estudiantes peruanos los siguen los brasileños (el 13,65%), y los de Colombia y Bolivia (casi el 11%).
Andrés Arango es de Colombia. Vino a Buenos Aires para hacer un intercambio de la carrera de Diseño Gráfico en la UBA. «Me enamoré de la Argentina. Descubrí que en la Universidad Nacional de las Artes se daba la carrera de Arte Multimedial, que me pareció más moderna, así que me cambié de carrera y me quedé».
Lucio Contre, de 26 años, estudia turismo en la Universidad Nacional de Avellaneda. «Decidí estudiar aquí porque no me veía estudiando en Venezuela por la situación económica y la delincuencia que se vive en mi país», cuenta.
Se sorprendió con la facilidad de los trámites para ingresar en la universidad: dice que fue mucho más fácil que en Venezuela. «No tuve que hacer colas eternas, fue rápido, la gente que me atendió, muy amable. Tardé más en llegar que en inscribirme», detalla.
Entre los países europeos, estudiantes de España e Italia son los que más eligen formarse en el país. En ambos casos, prefieren la universidad pública. También hay alumnos de algunas nacionalidades que sólo se registran en las instituciones públicas, como los provenientes de Rusia, Haití y Costa Rica.
La Constitución establece que cualquier extranjero que consiga la residencia puede estudiar en las universidades públicas, con los mismos derechos que un ciudadano argentino. «No hay cupos para extranjeros y deben reunir los mismos requisitos para ingresar en la universidad que cualquier ciudadano», dice Barbieri.
En cambio, más de la mitad de los estudiantes que vienen de Francia, Venezuela, Estados Unidos, México, Ecuador y El Salvador eligen instituciones privadas.
Todas las universidades privadas consultadas registraron un incremento en la cantidad de extranjeros en los últimos tres años.
La Universidad de Belgrano (UB), por ejemplo, posee actualmente un 20% del cuerpo estudiantil extranjero. «Además de la gran oferta académica que existe en la Argentina, con instituciones reconocidas a nivel internacional, la educación privada no es cara en comparación con otros países», explica Marcela Porto, directora ejecutiva de la UB.
Fuente: La Nacion