A la par de todo el movimiento que generó la llegada de la Fragata Libertad al Puerto durante este fin de semana, hablamos con Gabriel Ferreiro, tripulante de la embarcación con un ADN distintos al de los demás: tiene raíces whitenses.
«Fue un orgullo llegar al puerto, lo sentí como el patio de mi casa. Los domingos voy al muelle a tomar mates y me gusta mucho como se encuentra, está muy lindo. Fue un momento único. Me siento parte de White», aseguró Gabriel, de 27 años de edad, y miembro de la tripulación de la Fragata Libertad.
«Vivo actualmente en el 26 de septiembre, fui a los Montañeros y jugué en las inferiores de Comercial», agregó a su carta de presentación.
Su llegada a la Armada fue por un tío y su camino ya tiene grandes travesías.
«Cuando terminé la secundaria, fui a la Escuela de Suboficiales y me recibí como Técnico Aeronáutico. Actualmente trabajo en Espora y, al haber hecho el curso de Nadador en Rescate, tengo la posibilidad de estar acá», explicó.
«Ya hice la campaña antártica con el Irízar y este año me tocó el buque escuela. Me gusta navegar y todos los años nos preparamos y calificamos para seguir aprendiendo», concluyó Ferreiro.