Desde su rol como historiadora en FerroWhite y sumamente relacionada con las raíces de nuestra localidad, Ana Miravalles visitó los estudios de La Brújula 24 y formó parte de la 267ª entrega de IngenieroWhite.Com.
–¿Cuál es tu rol dentro del museo Ana?
–Yo me ocupo fundamentalmente del archivo, del depósito de objetos, de cuidar y ordenar todo el material para que esté preparado para la consulta de interesados. Estamos hablando de mapas, planos, documentos, libros y distintos objetos que tiene un valor altísimo para el museo.
«En tanto, las herramientas resultan de muchísima utilidad y constituyen piezas de un gran rompecabezas, sumado a todo el material que mencioné anteriormente», explicó.
«En su momento, un grupo de ex-ferroviarios confeccionó esta colección de objetos y los guardaron en pleno desguace del ferrocarril, generando para el año 2002/2003 este espacio para alojarlos», recordó Ana.
–¿Estas particularidades hacen a FerroWhite un lugar distinto?
–A diferencia de un museo tradicional donde se exhiben objetos, aquí las herramientas son las mismas que fueron utilizadas por los trabajadores y, en muchos casos, fabricadas por ellos mismos. Todo aquel que tenga algún tipo de objeto que tenga que ver con el ferrocarril, obviamente, es bienvenido para formar parte de la historia.
«En ese sentido, el vínculo con la comunidad es fundamental y es lo que le da sentido al museo. Si estuviera cerrado, sería un simple depósito de objetos», destacó.
–La inmigración, otra corriente importante
«La historia de mis abuelos, quienes venían de Trentino, al norte de Italia, fue una motivación importante y me incentivó a la hora de involucrarme con la historia. Su participación en la Primera Guerra Mundial, la historia de las familias y las llegadas de las corrientes inmigratorias fueron temas muy importantes para mí».