La derrota por casi 15 puntos ante Alberto Fernández dejó desorientado al Gobierno que se quedó analizando anoche en el búnker de Costa Salguero cómo reaccionar ante semejante golpe electoral. Entre las variables,
existen posibles acercamientos a algún rival electoral como Roberto Lavagna y hasta un cambio en las guras del gabinete.
Macri,sin levantarla voz, ni mostrar optimismo,sostuvo que piensa gobernar»con responsabilidad» hasta «el último día que los argentinos decidan».
Tal fue elrevés, que el búnker de Juntos por el Cambio se vació antes de las 11 de la noche. En cambio, a esa hora, Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal, Miguel Pichetto, Gerardo Morales, Horacio Rodríguez Larreta, Marcos Peña y Fernando de Andreis,seguían reunidos en el búnker. Una señal la dio Macri en conferencia de prensa, cuando dijo que la elección es en octubre, y sostuvo que la «mayoría de los argentinos votó no volver al pasado».
Una posibilidad es que el mandatario busque acercarse a Lavagna. Pero todo esto quedará claro hoy, cuando la Casa Rosada analice como impactará semejante revés en el mercado. De hecho, Macri estaba seguro que el mercado
había anticipado una victoria suya, cuando subieron los bonos argentinos y cayó el riesgo país el viernes.
Otros consideraban que Macri podría dar una señal con algún recambio en el gabinete. Aunque anoche había versiones encontradas.
Lo cierto es que por estas horas, en el Gobierno reina la confusión. «Esto es catastrófico», definió uno. La elección del Frente de Todos los posiciona con un techo tan alto que podría ganar en primera vuelta.
Macri mencionó al pasarla posibilidad de ir al ballotage. Pero en el oficialismo, varios ya lo consideran como algo imposible.
Macri dijo dos veces que no habló con Alberto Fernández ayer. Y evitó responder si pensaba hacerlo en los próximos días, aunque habló de la «responsabilidad» de los dirigentes ante el temor de que vuelva la volatilidad en el mercado.
Fuente: El Cronista