La Argentina tiene una oportunidad fuerte a futuro en el mercado mundial de carnes que, a diferencia de otros commodities, no perdió su valor en el último año y, por el contrario, mostró una leve suba. El país, que ocupó en el pasado el tercer puesto como exportador, hoy se ubica en el décimo lugar por los controles a las exportaciones y la menor competitividad externa, pero tiene mucho a favor para recuperar un mercado que será cada vez más apetitoso.
Según el especialista Ignacio Iriarte, el precio de la carne vacuna no cayó, «a pesar de que se cayeron todos los mercados compradores porque cuentan con menos poder de compra por la reducción de los precios del petróleo». Según explicó durante el 26º aniversario del programa de reproductores de la Raza Angus, si se toman los países que acaparan el 70% del mercado mundial de carnes (Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Australia y Argentina), las exportaciones cayeron 3% contra 2014, pero los precios aumentaron, también, 3%.
En el futuro, la carne será un producto escaso y «cara como el caviar», aseguró Iriarte, quien agregó que el producto se demanda cada vez más y se produce cada vez menos.
Sin embargo, para reposicionarse, la Argentina debe salir de la actual coyuntura de crisis. «Los frigoríficos están mal y los exportadores tienen un ojo puesto en las elecciones», indicó el especialista. Actualmente, el 93% del consumo de carne va al mercado interno, y solo 7% a la exportación.
Mientras en 1924 se exportaba un millón de toneladas de carne y se consumían mas de 100 kilos por habitante por año, hoy se producen entre 65 y 67 kilos de carne por habitante y, en función del consumo interno, quedan sólo 4 kilos de carne por habitante para exportación, lo que totaliza 160.000 toneladas de saldo exportable por año. «Por lo tanto, para exportar más, en algún momento habrá que ceder consumo interno», indicó Iriarte y agregó que la carne «es el único producto que, si le sacan el pie de encima, puede exportar el doble». Es que la Argentina todavía tiene un ratio de cantidad de animales por habitante que la coloca tercera en el ranking mundial, luego de Uruguay y de Nueva Zelanda. Otro punto a favor del producto local es que cuenta «con una imagen indiscutida, a pesar de no invertir un peso en publicidad».
Para Iriarte, otras ventajas del país son las modernas industrias de feedlot y frigorífica; granos disponibles para alimento animal; alto potencial por la baja productividad de la cria; mejoras genéticas y la gran producción de carnes sustitutas.
Fuente: cronista.com