Ayer, tras la oficialización del proyecto de reforma tributaria, fueron las economías regionales las que se mostraron en estado de alerta, algunos por la suba de impuestos y otros por la baja. La reacción no distinguió colores partidarios: oficialismo y oposición se unieron en la reacción.
El senador por Mendoza, Julio Cobos, integrante de Cambiemos, le pidió al Ejecutivo «ser prudentes en aquellas propuestas que afecten en forma negativa a las economías regionales, concretamente a la idea de poner un impuesto al vino». Su postura va en un sentido definitivamente opuesto al del Gobierno: el ex vicepresidente ha presentado proyectos en el Senado para eliminar los impuestos a la producción de vino, no para aumentarlos. «No es una buena señal para las economías regionales, mucho menos cuando la tendencia del consumo de vino es a la baja», advirtió en un comunicado.
En una línea similar se expresó la vicegobernadora de Mendoza, la radical Laura Montero, quien a través de Twitter consideró que el anuncio es «una mala noticia» que «profundizará problemas» en la economía regional.
Con la misma preocupación se mostró la gobernadora de Tierra del Fuego, la peronista Rosana Bertone, aunque en su caso fue por la anunciada baja de impuestos a los electrónicos que se producen en la provincia. «La aprobación de este proyecto significaría la disolución territorial de nuestra provincia», sostuvo la mandataria, que a través de las redes sociales anunció que ya le pidió una audiencia al presidente Mauricio Macri.
Del tema hablaron ayer el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y referentes de los bloques legislativos que discutirán el proyecto en ambas Cámaras. Se reunieron en el Ministerio y allí estuvieron el ministro de Economía durante la gestión kirchnerista y actual diputado, Axel Kicillof; los diputados del bloque Justicialista Diego Bossio y Pablo Kosiner; el massista Marco Lavagna; la socialista Alicia Ciciliani; el senador Federico Pinedo; su colega electo Esteban Bullrich; el senador del PJ, Juan Manuel Abal Medina; y el tridente oficialista en la Cámara baja: Nicolás Massot, Fernando Sánchez y Mario Negri.
En ese contexto, Bossio y la massista Mirta Tundis advirtieron además por otra de las reformas que impulsa el Ejecutivo: la que alcanzará al cálculo de los aumentos en los haberes jubilatorios. Ambos legisladores son especialistas en el tema previsional.
Para Bossio, ex titular de la Anses, «votar algo que pueda afectar a los jubilados no es saludable ni es bueno en este contexto político y económico». Consultado por radio Continental sobre el proyecto del oficialismo, Bossio enfatizó que la Ley de Movilidad Jubilatoria fue un instrumento «beneficioso» a la hora de disponer los aumentos de haberes del sector previsional, por lo que instó a analizar cualquier cambio con «mucho detenimiento». «La movilidad es un índice que ha ganado credibilidad, que la sociedad lo conoce, que refleja los aumentos de crecimiento, con lo cual hay que ser muy cuidadosos y muy criteriosos en este tipo de cosas», remarcó e insistió: «Yo no voy a permitir que haya una modificación de esa ley que afecte a los jubilados».