Con tres promociones de la Escuela Naval Militar Argentina a bordo, partía, hace 125 años, el primer viaje de instrucción de la Fragata ARA Presidente Sarmiento, un buque escuela innovador y moderno que cambió radicalmente la formación naval en el país y que, en la actualidad, continúa con esa misión desde el Dique III de Puerto Madero, en donde funciona como Buque Museo.
El 12 de enero de 1899, la Fragata emprendió su primer viaje de instrucción, el más largo de su historia, con las promociones 23, 24 y 25 de la Escuela Naval a bordo, una travesía que duró 626 días y atravesó puertos en los cinco continentes en un recorrido que totalizó 48.500 millas náuticas (89.822 kilómetros).
Hasta ese momento los viajes de instrucción, que son las prácticas que los cadetes deben hacer al finalizar sus estudios navales, se realizaban a bordo de la corbeta La Argentina, una embarcación que, luego de su cuarta excursión, fue observada ya que presentaba defectos que hacían necesario su reemplazo por otro buque provisto de elementos de la náutica más modernos e idóneo para cumplir adecuadamente la función de buque-escuela.
En 1895, comenzó la construcción de una embarcación innovadora que cambiaría para siempre la formación naval de nuestro país, una transformación «radical en la educación de nuestros cadetes, con velocidad, artillería, descollante para la época», explicó en diálogo con Télam, Eugenio Facchin, capitán de navío y veterano de la guerra de Malvinas.
Manuel Domecq García fue designado comandante inspector del buque escuela a construirse y realizó personalmente modificaciones en el diseño original para dejar luego la construcción del mismo en manos de la empresa Laird Brothers, con astilleros en Birkenhead, Liverpool, Inglaterra.
La embarcación fue construida como «los clippers» que eran embarcaciones muy veloces, «se construyeron casi exclusivamente para llegar primero con cargamento de té desde China al puerto de Nueva York», señaló Facchin.
Los clippers americanos tenían un casco confeccionado en acero forrado hasta la línea de flotación con madera de teca, con recubrimiento de chapa de cobre; la Presidente Sarmiento, además, contaba con una propulsión auxiliar de una máquina de vapor de 1800 caballos de fuerza (HP).
La flamante embarcación fue botada – puesta en agua- el 31 de agosto de 1897 y luego de varias pruebas de mar y de artillería, finalmente, el 14 de julio de 1898 zarpó desde Liverpool para llegar, tras varias paradas técnicas, dos meses después al puerto de Buenos Aires.
Con 85,5 metros de eslora; 13,32 de manga; una arboladura compuesta por un palo mayor de 54,3 metros de altura, un trinquete de 52; una mesana de 42,5 y más de 2.300 toneladas de desplazamiento la imponente fragata ARA Presidente Sarmiento estaba lista para su primer viaje, con una dotación conformada por 320 hombres, entre ellos los 60 oficiales de la Plana Mayor, 98 grumetes de 16 y 17 años, 4 contramaestres y 15 cabos de mar españoles, filipinos y caboverdianos y las tres promociones de guardiamarinas en comisión.
«La Fragata tenía una enorme desproporción con respecto a los buques tradicionales, para lo que era el casco y el desplazamiento del buque, ya que tenía unas 2.300, 2.400 toneladas y una superficie de velas enorme. Fueron de los últimos así: un buque muy evolucionado», aseguró Facchin.
Asimismo, el especialista detalló que este buque escuela «a diferencia de la fragata (ARA) Libertad, tenía armamento, es decir, estaba concebido como un buque de guerra también, si bien ya como buque de guerra era obsoleto, tenía cañones más grandes, una artillería interesante y tenía, además, torpedos».
La Presidente Sarmiento «era muy muy moderna y evolucionada», era una embarcación «muy interesante desde su concepción, como un pequeño buque de guerra, pero muy veloz. Formó parte de la última generación de grandes veleros», apuntó el historiador. (Télam).