El alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, anunció un toque de queda de 36 horas en la capital a partir de este martes por la noche debido a la situación Ā«difĆcil y peligrosaĀ» que vive la ciudad.
Ā«Hoy es un dĆa difĆcil y peligrosoĀ», dijo el funcionario en un comunicado, explicando que la circulación en la ciudad estarĆ” prohibida desde las 20 locales (las 15 en la Argentina) de este martes hasta las 7 (las 2) del jueves próximo.
En tanto, el portavoz de Defensa ruso, general mayor Ćgor Konashenkov, afirmó que Ā«las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia se hicieron con el control de todo el territorio de la provincia de JersonĀ».
Por otra parte, autoridades locales anunciaron que el aeropuerto de la ciudad de Dnipro, al este de Ucrania, sufrió una «destrucción masiva» tras dos bombardeos rusos este martes por la madrugada.
«Por la noche, el enemigo atacó el aeropuerto de Dnipro. Dos ataques. La pista de despegue y de aterrizaje estÔ destruida. La terminal resultó muy dañada. Destrucciones masivas», escribió Valentin Reznitshenko, gobernador de la región, en la red Telegram, según reprodujo la agencia de noticias AFP.
AdemƔs, al menos dos personas murieron durante la maƱana del martes en ataques contra zonas residenciales de Kiev, parcialmente rodeadas por las tropas rusas.
Los habitantes de la capital ucraniana se despertaron este martes con tres profundas explosiones, y los servicios de emergencia indicaron posteriormente que correspondĆan a ataques contra zonas residenciales en distintos distritos.
En Sviatoshyn, en el oeste de Kiev, un bombardeo golpeó un edificio de 16 plantas donde «los cuerpos de dos personas fueron recuperados y 27 personas fueron rescatadas», indicaron las autoridades en un comunicado en Facebook.
TambiĆ©n hubo un ataque sin vĆctimas contra una casa en Osokorky (sureste) y fuego de artillerĆa que provocó un incendio luego extinguido en un edificio de viviendas en Podilsk (noroeste), donde una persona fue hospitalizada, aƱadieron.
En ese lugar, cubierto de cristales y escombros, una columna de humo salĆa del enorme agujero dejado por el impacto mientras los vecinos echaban por las ventanas rotas las ruina de sus casas, indicó un periodista de AFP.
El ataque se produce antes de la prevista reanudación de las conversaciones iniciadas por videoconferencia entre ambos bandos en la vĆspera y que, segĆŗn el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, fueron Ā«bastante bienĀ».

Ā«Pero veremos, continuarĆ”n maƱana (por el martes)Ā», matizó Zelenski, mientras uno de sus principales asesores, Oleksiy Arestovich, decĆa que espera que la guerra concluya en mayo, como tarde, mediante un acuerdo de paz.
Ā«A principios de mayo podrĆa lograrse un acuerdo de paz. QuizĆ” mucho antes, ya veremosĀ», dijo Arestovich, citado por la agencia de noticias Europa Press.
En tanto, las tropas rusas extendieron el control a la totalidad de la provincia de Jerson, en el sur del paĆs, de unos 280.000 habitantes.
Al hacer un balance preliminar de la invasión militar, el portavoz de Defensa ruso dijo que Ā«se han destruido 156 aparatos aĆ©reos no tripulados, 1.306 carros de combate y blindados, 127 lanzacohetes mĆŗltiples, 471 sistemas de artillerĆa y morteros, asĆ como 1.054 vehĆculos militaresĀ», reportó la agencia de noticias Sputnik.
Los militares rusos derribaron este lunes 16 blancos aéreos sobre Ucrania, a saber, 13 drones, incluyendo seis del modelo turco Bayraktar TB2, un avión de combate Su-24, un Su-25 y un helicóptero Mi-8.
AdemÔs, fueron destruidos con ataques aéreos 136 objetivos militares, entre ellos siete puestos de mando y centros de comunicaciones, cuatros sistemas de misiles antiaéreos, cuatro depósitos de municiones, varios radares y 72 aglomeraciones de equipamiento bélico, consignó Sputnik.
La ONU registró al menos 596 muertes de civiles desde el 24 de febrero, aunque cree que la cifra real es mucho mayor. Millones mĆ”s han huido de sus hogares, con mĆ”s de 2,8 millones cruzando a Polonia y otros paĆses vecinos en lo que la ONU ha llamado la mayor crisis de refugiados de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Al lanzar la ofensiva militar, Rusia anunció que la intención era detener la polĆtica de Kiev, que calificó como Ā«criminalĀ», contra dos provincias rusoparlantes en la región del Donbass.
El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos provincias -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse- autonomĆa y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.
Desde 2015 al presente, la ONU documentó 14.000 muertes originadas en combates entre el ejército ucraniano y las milicias rebeldes del Donbass.
Fuente: Telam