Luego de la histórica inundación que azotó a Bahía Blanca el pasado 7 de marzo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destinará 250 mil dólares para impulsar la recuperación del sector productivo en áreas periurbanas gravemente afectadas.
El financiamiento forma parte de un proyecto de emergencia elaborado junto al gobierno nacional, que busca recomponer el entramado agroproductivo local, con foco en los pequeños productores damnificados. La iniciativa apunta a garantizar el acceso a alimentos, proteger los medios de vida rurales y fomentar prácticas agrícolas sostenibles y resilientes frente a escenarios climáticos cada vez más adversos.
La tormenta extrema que golpeó a la ciudad descargó más de 290 milímetros de agua en tan solo 12 horas, dejó un saldo de 18 personas fallecidas, más de 1.500 evacuados y serios daños en infraestructura urbana y rural. En ese contexto, numerosos productores perdieron cultivos, ganado e instalaciones, lo que motivó la intervención del organismo internacional.
El plan de asistencia es ejecutado de manera conjunta con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía, y contempla la reconstrucción de capacidades productivas en distintas zonas del país afectadas por eventos climáticos severos ocurridos durante los primeros meses de 2025.
Además del aporte destinado a Bahía Blanca, el programa contempla una inversión equivalente para la provincia del Chaco, que atraviesa una profunda sequía.
En total, la FAO invertirá medio millón de dólares en ambas regiones. El proyecto incluye la entrega de insumos, asistencia técnica y logística, capacitaciones para productores y cooperativas, y acciones orientadas a reducir el riesgo de desastres en comunidades rurales vulnerables.