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Combinando historias del ferrocarril con el pasado y el presente de nuestra localidad, Adolfo Blasco, un reconocido vecino whitense, visitó los estudios de La Brújula 24 y formó parte de la 211ª entrega de IngenieroWhite.Com.
«Mis inicios se dieron en el galpón de Remedios de Escalada, en el Ferrocarril Roca, ya que soy oriundo de Buenos Aires. Al surgir una vacante en Neuquén, fui hasta allí y luego de 2 años, en 1958, se produjo mi llegada a Ingeniero White», detalló Adolfo.
–¿Qué recuerda de aquellos primeros días en la localidad?
–No tenía ni idea de a dónde había llegado y realmente me costó adaptarme porque estaba acostumbrado a otra cosa. Recuerdo que vivía en una pensión en Guillermo Torres y que había muchas casas de chapa y madera.
«Con el tiempo, White fue el lugar donde formé mi familia, mis hijos, nietos y bisnietos. A mi señora, que es italiana, la conocí en Río Colorado. Así que estoy muy contento de todo lo que viví», aseguró.
–¿Y ahora está muy distinto White en comparación con esos tiempos?
–Nada que ver, completamente distinto. Si bien quedan ferroviarios y gente que uno conoce, hay muchas caras nuevas que han llegado en este tiempo. De todos modos, White para mí es un lugar importante a nivel nacional por el calado de su puerto, por la base naval que tiene muy cerca suyo, por la playa ferroviaria más grande del país y su polo petroquímico.
–¿Cuáles fueron y son sus otras pasiones, fuera del ámbito ferroviario?
–La computación, las películas, la electrónica y la astronomía me gustan mucho y trato de estar con esas cosas en mi casa de Avenente y Belgrano. Siempre trato de seguir experimentando cosas nuevas. Durante 10 años estuve vinculado al Radio Club Bahía Blanca y hace poco tuve la satisfacción de recibir un diploma por cumplir 50 años como radioaficionado.
«Los scouts, por intermedio de mis hijos, han sido otro lugar de historias y gente conocida. Y después de haber estado 20 años, me volví a entusiasmar con la Biblioteca Mariano Moreno y formo parte de la comisión actual colaborando en lo que puedo», concluyó Blasco.
