Este lunes, la fiscal Marina Lara confirmó que los restos hallados días atrás en el marco del operativo de búsqueda corresponden a Delfina Hecker, la niña que permanecía desaparecida desde la devastadora inundación que afectó la ciudad el pasado 7 de marzo. La identificación se realizó a partir de los análisis de ADN practicados sobre los restos óseos localizados por el equipo de búsqueda.
El hallazgo tuvo lugar durante un rastrillaje llevado a cabo por un grupo de investigadores enviados por el gobernador Axel Kicillof. El equipo multidisciplinario estuvo conformado por efectivos policiales especializados, antropólogos forenses, binomios con perros de rastreo, drones de alta tecnología y embarcaciones diseñadas para operar en zonas anegadas.
Tal como se había informado oportunamente, el operativo —desarrollado bajo estrictos protocolos de confidencialidad— contó además con la participación de Bomberos y Defensa Civil, aunque no se dio intervención a la policía local. El objetivo fue preservar la integridad del procedimiento y resguardar el respeto hacia las familias afectadas.
Durante toda la jornada de búsqueda, los padres de Delfina y su abuela estuvieron presentes en el lugar, acompañando de cerca cada etapa del operativo. Cabe recordar que, días antes, había sido hallado el cuerpo de Pilar Hecker, la hermana mayor de Delfina, también víctima de la misma catástrofe climática.
Con la confirmación oficial de la identidad, se cierra uno de los capítulos más dolorosos de esta tragedia que conmovió al país. Las tareas de búsqueda continuaban en la zona de forma preventiva hasta obtener la certeza que hoy se ha comunicado.
“Efectivamente, el resultado que nos permite arribar a la conclusión se obtuvo el viernes pasado. Pero al quinto día del hallazgo de los restos óseos se había producido un resultado parcial de Policía Científica de La Plata, el cual se le fue informando a la familia”, explicó la fiscal Lara.
Y añadió: “Ya el caso era tremendo, considerando lo que significaba para estos padres la pérdida de sus dos hijas. El resultado era esperable, el hallazgo sin vida de ambas niñas, pero luego de eso había que encontrarlas para darle un cierre a la familia y que sus hijas pudieran descansar en paz. El esfuerzo de búsqueda fue enorme, teniendo en cuenta el tamaño del estuario y la superficie que debíamos cubrir”.
La fiscal también destacó la magnitud del operativo: “Se buscó por cielo, tierra y agua. Participaron todas las fuerzas que uno pueda imaginar, incluso personas que de forma voluntaria ofrecieron su ayuda, con kayaks y conocimientos científicos. Se formó un cuerpo de profesionales, y las áreas a rastrillar abarcaron 2.300 kilómetros cuadrados, muchas de ellas de muy difícil acceso”.
Y concluyó: “Realmente era muy difícil encontrarlas. Por eso, el esfuerzo de todas las personas involucradas fue enorme, y quería destacarlo”. (LB24).