Hoy participamos de la proyección de las producciones locales, que se presentaron en el marco del proyecto Jóvenes y Memoria, en Colon 80.
Compartimos una tarde de encuentro, aprendizaje y comunidad, con nuestros y nuestras jóvenes. Demostraron en cada proyecto presentado que nadie se transforma en soledad.
Fue enriquecedor reconocerse como parte de un mismo tejido, donde cada historia fortalece la trama colectiva.
En un mundo que empuja hacia el individualismo, los y las adolescentes encontraron en estos espacios de encuentro un lugar para sostenerse y construir sentido.
Tejer redes y lazos comunitarios se vuelve entonces un acto político y afectivo: un modo de resistir la fragmentación y de apostar por un futuro compartido.
Hoy la pedagogía de la ternura cobro fuerza, nos invito a mirar al otro con respeto, cariño y apertura, creando espacios donde el cuidado mutuo es fundamento para la acción colectiva. Cuando la ternura se convierte en práctica cotidiana, los vínculos se profundizan y las redes se fortalecen.
Es fundamental reconocernos, acompañarnos y construir juntos.
Porque la salida siempre es colectiva!!
Gracias por invitarnos a ser parte de este cálido encuentro!





