Renunciar a los carbohidratos se ha convertido en la estrategia estrella entre quienes buscan adelgazar rápido. La tendencia, impulsada por influencers y dietas restrictivas que prometen resultados inmediatos, ha generado la idea de que este macronutriente es el principal enemigo de la balanza.
Pero, ¿qué sucede realmente cuando se eliminan los carbohidratos? Lejos de tratarse de una solución mágica, los riesgos para la salud física y mental pueden ser mucho mayores de lo que parece. Especialistas y la evidencia científica son claros: suprimir los carbohidratos no es la vía inteligente para perder peso y puede poner en peligro el bienestar general.
El papel fundamental de los carbohidratos
En un análisis de GQ, la nutrióloga Nicoletta Bocchino desmitifica la idea de que dejar de consumir carbohidratos resulte saludable y detalla las consecuencias que puede acarrear para la salud física y mental.
Los carbohidratos, explicó Bocchino en declaraciones recogidas por GQ, son macronutrientes fundamentales que el organismo necesita a diario. Su función principal es aportar energía inmediata al sistema nervioso y a los músculos, además de participar en numerosos procesos vitales del cuerpo. La experta remarcó que estos nutrientes no solo resultan indispensables para el funcionamiento físico, sino que también intervienen en mecanismos internos que mantienen el equilibrio general del organismo.

Eliminar o reducir drásticamente la ingesta de carbohidratos puede desencadenar problemas de salud tanto inmediatos como a largo plazo. Uno de los efectos más comunes es el estreñimiento, porque los alimentos ricos en carbohidratos son fuente de fibras solubles e insolubles, necesarias para la regularidad intestinal. Bocchino advirtió que prescindir de estos alimentos compromete el equilibrio digestivo y puede provocar molestias persistentes.
La experta también señaló que las dietas bajas en carbohidratos se han vinculado con mayor riesgo cardiovascular. Un estudio advierte que, aunque estas dietas pueden provocar una pérdida de peso inicial (por la reducción de agua y glucógeno), el mantenimiento prolongado de una baja ingesta de carbohidratos expone a la persona a riesgos graves para la salud del corazón.
Además, la falta de carbohidratos se asocia con déficits de nutrientes esenciales, como ciertas vitaminas del complejo B presentes en los alimentos que aportan estos macronutrientes.

El impacto de la ausencia de carbohidratos trasciende el plano físico. Bocchino explicó que eliminar estos nutrientes conduce a una disminución considerable de la energía, traducida en agotamiento, pereza y fatiga. El cerebro depende de los carbohidratos como fuente constante de energía, por lo que su déficit puede afectar el estado de ánimo y la capacidad cognitiva.
Además, los carbohidratos participan en la producción de neurotransmisores que regulan las emociones, como la serotonina. Una reducción drástica de este nutriente puede alterar la síntesis de estas sustancias, lo que incrementa la vulnerabilidad a trastornos como la depresión y la ansiedad.
Harvard, estudios recientes y advertencias de expertas
Esta visión es compartida por expertas como las docentes de Nutrición Walter Willett y Qi Sun de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, quienes han destacado que tanto la calidad como la cantidad de los carbohidratos son determinantes en sus efectos sobre la salud.
Un estudio publicado analizó los efectos de las dietas bajas en carbohidratos sobre el aumento de peso a largo plazo. Los resultados indican que las dietas que enfatizan proteínas y grasas de origen vegetal, junto a carbohidratos de alta calidad como granos integrales, se vinculan con una ganancia de peso más lenta en comparación con aquellas centradas en proteínas y grasas animales y carbohidratos refinados. Según los autores, la calidad de los carbohidratos —no sólo la cantidad— es crucial para un peso saludable a lo largo del tiempo .

Los datos sugieren que tanto una ingesta demasiado baja como excesivamente alta de carbohidratos pueden ser perjudiciales, destacando la importancia de una dieta equilibrada para favorecer la longevidad .
La relación entre alimentación y salud mental cobra especial relevancia frente a los riesgos de las dietas extremas. La información recopilada por GQ, la opinión de Nicoletta Bocchino y los hallazgos de Harvard evidencian que los carbohidratos resultan indispensables, no solo para el aporte energético, sino también para el equilibrio emocional.
Fuente: Infobae





