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Del 10 al 12 de septiembre de 2025, los voluntarios de Tzu Chi en Argentina realizaron su cuarta visita a la zona afectada por las inundaciones en Bahía Blanca, con el objetivo de hacer las últimas verificaciones antes de la próxima entrega de ayuda.
El primer día, se acercaron al cuartel de bomberos de Cerri, donde conversaron con el jefe de bomberos, quien compartió con entusiasmo la situación de la localidad.
También visitaron una de las direcciones que figuraba duplicada en la lista de damnificados. El propietario explicó que su casa no se inundó y, por el contrario, la abrió para alojar a varias familias afectadas. Por ese motivo, aclaró que no necesitaba asistencia.
El señor Andrés acompañó a los voluntarios a conocer el centro comunitario del pueblo, contando que fue fundado hace cuarenta años por su padre junto a amigos, con la intención de brindar un espacio de encuentro y actividades para los jóvenes.
En la mañana del día 12, los voluntarios visitaron a la señora Nora, en Ingeniero White, para revisar junto a ella la lista de damnificados. Nora los recibió con mucha cordialidad y los invitó a recorrer la iglesia de la zona. Por la tarde, se compartió una merienda con los bomberos de Cerri, ocasión en la que se presentó la misión y el trabajo de la Fundación Tzu Chi.
Durante estos tres días, los voluntarios recorrieron intensamente diferentes instituciones y comunidades, completando de manera satisfactoria esta etapa de visitas.
Con gratitud, se dio un paso más hacia la próxima entrega de ayuda.
Segunda semana
El 18 de septiembre de 2025, los voluntarios de Tzu Chi viajaron a la zona de White para realizar visitas solidarias:
Bien temprano nos esperaba la Sra. Nora en la iglesia, lista para acompañarnos a recorrer a las familias afectadas en los alrededores. Después de la inundación, muchas viviendas quedaron inhabitables por la humedad y el moho, y gracias a la solidaridad de los vecinos algunas familias pudieron alojarse en casas prestadas.
Nora nos llevó a visitar a una abuela enferma que vive junto a su hijo, quien trabaja de manera temporal para poder sostenerse. La señora necesita una heladera para conservar sus medicamentos, y nos costó mucho esfuerzo encontrarla después de recorrer varios lugares.
Ese día visitamos más de diez manzanas, aprovechando para avisar personalmente a las familias incluidas en la lista que el viernes podían acercarse a la iglesia a retirar los insumos. Con 65 años, Nora sigue siendo un ejemplo de vitalidad y compromiso: siempre dispuesta a ayudar a su comunidad con un gran corazón. ¡Un verdadero modelo para nosotros!
El 19 de septiembre realizamos la entrega de ayuda en la iglesia. Recordamos que el 7 de marzo, las intensas lluvias provocaron graves inundaciones en la ciudad. El 7 de abril habíamos llegado a la zona para evaluar la situación, y el panorama era desolador.
Fue en ese entonces que conocimos a la Sra. Nora en el cuartel de bomberos, quien nos brindó información valiosa y nos acompañó en todo el proceso. El párroco también nos compartió la situación de las familias damnificadas y generosamente nos prestó la iglesia para realizar la entrega.
Ese día, ya desde temprano había personas esperando en la puerta. Nora pidió prestadas mesas y sillas a los bomberos para organizar el registro y las firmas, y los vecinos ingresaron de manera ordenada, aguardando en silencio el inicio del acto.
Durante la ceremonia, Nora guió una oración colectiva, con mucha fe y devoción. Luego, el hermano Miguel leyó la carta de condolencias y aliento enviada por la Maestra Cheng Yen, que todos escucharon con gran respeto y emoción; más de uno se conmovió hasta las lágrimas.
En medio de la entrega, al revisar los documentos, se descubrió que una de las beneficiarias cumplía años ese mismo día. Todos juntos le cantamos el “Feliz cumpleaños”, y el ambiente se llenó de alegría y calor humano.
Esa jornada, la iglesia se transformó en un verdadero hogar, donde reinó el amor, la unión y la ayuda mutua.
