En el Archivo Fotográfico del Museo encontramos esta imagen de 1934, cuando la lancha de pesca artesanal La Nueva Lucía salió de los talleres de Renato Serri por calle Cárrega, para esperar la próxima marea y empezar a pescar. En la foto se ve cómo el tractorcito que debía empujar el carro con la lancha al parecer no tenía suficiente fuerza, por lo que vecinos y vecinas ayudaban tirando todos juntos de una guía.
El año pasado, La Nueva Lucía, después de 80 años en el agua, recorrió un kilómetro por tierra para quedar emplazada en el patio delantero del Museo. Esta semana, empezaron los trabajos para restaurar su casco. Pero no son como cualquier trabajo, también requieren de vecinos que ayuden a tirar de la cuerda: calafatear y pintar una lancha involucra no solo la gestión municipal y el apoyo del Consorcio sino también el compromiso y los saberes de la comunidad que rodea al museo y la pesca artesanal.
En 2008, Silverio Espósito decía: «Nací en 1934. El año en que se inauguraba la Nueva Lucía, que lleva el nombre de mi madre. Cuando la hicieron la pusieron sobre ruedas y la pasaron por el puente La Niña. Del puente la bajaron a un zanjón, cuando vino la marea grande la llevaron al canal y ahí empezó a trabajar».