El Senado de Italia aprobó el jueves el decreto preparado por el gobierno de Giorgia Meloni que modifica el proceso de reconocimiento de la ciudadanía italiana, que ahora pasará a la Cámara de Diputados, donde se espera que sea votado la semana próxima.
Tras la votación, el canciller italiano, Antonio Tajani, defendió el decreto. El voto en el Senado “es muy importante”, afirmó, y calificó al decreto de ciudadanía como “una medida que pretende devolver la dignidad y el sentido a un derecho que debe basarse en un vínculo auténtico con Italia, no solo burocrático, sino también cultural, cívico e identitario”.
Con 81 votos a favor y 37 en contra, los senadores aprobaron el decreto que establece que la ciudadanía italiana no se transmite automáticamente a los nacidos en el exterior que posean otra ciudadanía, y excluye el reconocimiento de aquellos nacidos en el exterior antes de la entrada en vigor de la ley.
El decreto-ley está en vigor desde el 28 de marzo, pero debe ser aprobado por el Parlamento en 60 días para ser definitivo, algo que se descuenta porque el gobierno de Meloni cuenta con una cómoda mayoría en la Cámara.
“La ciudadanía debe ser un reconocimiento serio y consciente, que se confirma mediante el compromiso. Esta reforma no excluye, sino que responsabiliza. Propone criterios más selectivos y transparentes, capaces de fortalecer la integridad de nuestro sistema y prevenir abusos”, subrayó Tajani.