Hace una década, entre las ruinas de una vieja usina, nació Prende, un espacio donde el museo se mezcla con la ciudad y con el trabajo de su gente.
En estos talleres se cosen repasadores, se estampan remeras, se hacen plantines, hornos y memorias. Acá se tejen lazos, se aprende haciendo y se sostiene lo común con las manos.
Desde 2015, Prende crece gracias al trabajo cultural sostenido del Municipio de Bahía Blanca, a través del Instituto Cultural y del Museo Ferrowhite, que día a día siguen apostando a construir comunidad, creatividad y arraigo.
Prende es eso que no siempre se ve, pero que hace falta. Es la chispa, el hilo, el abrazo.