El Titanic es un barco mĆtico. Y todo lo que tenga que ver con el naufragio mĆ”s famoso, siempre despierta atención. Por ejemplo, los objetos que se encontraron en el fondo del mar, y que de un modo u otro narran parte de la vida –y de la muerte– de sus dueƱos. Ahora, ese legendario tesoro estĆ” en peligro. La empresa propietaria de miles de esosĀ objetosĀ se declaró en quiebra, y se lanzó una cruzada global para salvarlos.
La colección de 5.500 piezas que se recuperaron del transatlĆ”ntico hundido el 14 de abril de 1912 pertenecen a la empresa estadounidense Premier Exhibitions, que realizó varias exposiciones con ellas. La compaƱĆa es la misma que organiza tambiĆ©nla exitosa y polĆ©mica muestra Bodies, con cuerpos humanos.
La compaƱĆa ahora se declaró en bancarrota. Y ante el riesgo de que ese patrimonio se venda al mejor postor, varios museos y entidades se unieron en una campaƱapara recaudar 20 millones de dólares y quedarse con el tesoro, que forman objetos personales de los pasajeros y partes de la embarcación.

El menĆŗ de la Ćŗltima cena del Titanic

Parte de la vajilla del barco (EFE)
Entre otros, informó la BBC, la colección cuenta con anillos, collares, pendientes, relojes, broches, corbatas, cinturones, medallas, zapatos, peines, espejos y anteojos. TambiĆ©n contiene adornos de los salones de primera clase y muebles como sillas, camas, claraboyas y ventanas, parte de la balaustrada de la escalera que se hizo famosa en la pelĆcula protagonizada por Kate Winslet y Leonardo Di Caprio, un querubĆn de bronce que decoraba esa escalera y hasta un avión de juguete y cartas. Todos fueron recuperados durante las siete expediciones submarinas al lugar entre 1987 y 2004.

La escalera original del Titanic (Archivo)

Di Caprio y Winslet, en la famosa escalera (Archivo)
La semana pasada, los Museos Reales de Greenwich (Reino Unido), los Museos Nacionales de Irlanda del Norte, la Fundación Titanic y el centro Titanic de Belfast, en cuyos astilleros se construyó el gigantesco barco. AllĆ, justamente, donde se ensambló la nave, anunciaron el lanzamiento de esta iniciativa de recaudación. Y tuvieron ya respuesta: la National Geographic Society, por ejemplo, se comprometió a aportar 500.000 dólares a la campaƱa.

Una taza y un reloj, objetos recuperados del barco (Archivo)

Un camarote del Titanic, en una de las exhibiciones que montó la empresa ahora en bancarrota (Archivo)
TambiĆ©n se involucraron dos personajes muy ligados a la construcción del āmitoā del Titanic: el cineasta James Cameron y el oceanógrafo Robert Ballard. El primero, director de la premiada y taquillera pelĆcula, dijo que le preocupa que la colección sea dividida y vendida a compradores privados. āPor eso la gente que se siente protectora dio un paso al frente y se unió de alguna manera –analizó Cameron–. Es un hecho histórico increĆble, un ejemplo prĆ”ctico sobre la arrogancia humana. Si se vende a particulares, desaparece de la vista del pĆŗblico. QuedarĆa dividida y jamĆ”s volverĆa a ser reunidaā.
Cerca de 200 objetos originales, durante la exhibición en Madrid en 2015 (EFE)
Detalle del violĆn que tocó el mĆŗsico Wallace Hartley antes del naufragio (AFP)
Ballard fue el aventurero que en 1985 descubrió el casco hundido en el AtlĆ”ntico norte y aseguró ahora que la campaƱa es la āĆŗnica opción viable para recuperar la integridadā de los artefactos. La colección āmerece regresar al lugar donde comenzó su viajeā, sentenció.
El objetivo es comprar los objetos y que se exhiban en el centro deĀ Belfast, que se abrió en 2012 y ya es una reconocida atracción turĆstica. De hecho, el gobierno de Belfast estarĆa dispuesto a invertir 14 millones de libras (unos 18 millones de dólares) para concretar el proyecto, que creen que impulsarĆa la economĆa y el turismo de Irlanda del Norte.
En el naufragio del Titanic, durante su viaje inaugural, murieron mĆ”s de 1.500 pasajeros y tripulantes. āUno se siente responsable porque se quiere dar a conocer su historia adecuadamente, para honrar a los fallecidos y a la tragedia. VisitĆ© el lugar del hundimiento para rodar Titanic, pero salĆ con la sensación de que el propósito era mĆ”s grande, que es contar la historia por cualquier medio. Una vez que el Titanic entra en tu vida ya no se va fĆ”cilmenteā, afirmó Cameron.
Fuente: Clarin.





