Con la presencia en los estudios de La Brújula 24 de «Tino» Diez, se llevó a cabo la 249º edición de IngenieroWhite.Com, palpitando cada vez más de cerca el aniversario de nuestra localidad.
«¿Cómo paso mis días? Tengo varios proyectos, algunos terminados y otros en realización para mantenerme activo. Estoy no menos de 4/5 horas por día con esas cosas en la computadora», comentó Tino.
«Uno de esos proyectos es un libro donde vuelco toda la información que tengo en mis blogs y que consigo de otros lados sobre Ingeniero White. Se trata de personajes, instituciones, anécdotas, de todo. Es algo que ya lleva alrededor de mil páginas y que nunca va a terminar. Por eso digo que no es un libro, sino una compilación de información sobre White», aseguró.
«Y por otro lado, con un primo, estamos armando el árbol genealógico de nuestra familia, desde 1840. Esto me lleva a recordar a mi papá, quien murió en el ’86 a los 96 años, y a mi mamá, quien falleció 6 meses después, a los 82. Los disfruté mucho a los dos», destacó.
–El ferrocarril, un ícono
«Era parte de la cultura de White. El ferrocarril permitía que la localidad se maneje de forma autónoma con respecto a Bahía. El tren venía con todo tipo de mercadería y permitía que los trabajadores, como los pescadores o los lecheros, vayan y vengan para White», recordó.
«Una anécdota que recuerdo es la de una señora muy fina que venía con su perro. Al llegar, la señora fue a encomiendas a buscarlo con la sorpresa de que en la jaula había otro perro, no el suyo», apuntó.
–El 13 de marzo de 1985
«Estuve trabajando en conocer las identidades de las 22 víctimas de la Junta y de las 7 que fallecieron en la explosión del ’77. Y pudimos encontrar una placa en el anexo 4 del elevador donde están los nombres de todos ellos, incluido el recordado Mate Aceituno».
–El aniversario de White
«Es bueno recordar estas fechas y uno a cierta edad se pone sentimental. Me genera orgullo el camino recorrido en tantos años, pero al mismo tiempo tengo el sentimiento encontrado de que White no termina de despegar. Esta participación del Consorcio en obras y demás puede ser el trampolín para salir adelante».
