Aunque el consumo comienza a dar signos de reactivación, la caĆda de ventas de los meses anteriores estĆ” provocando cambios en la relación entre las principales marcas y las cadenas de supermercados. Las promociones del estilo Ā«4 x 3Ā» (se paga por tres productos y se llevan cuatro) o Ā«segunda unidad al 80% (se abona el precio completo en la primera y el descuento en la siguiente) ya fueron cuestionadas por el Poder Ejecutivo, porque Ā«no permiten conocer los importes realesĀ» de los productos. Y varias marcas estĆ”n estudiando la efectividad de esas acciones comerciales. Algunas comienzan a alejarse de estas prĆ”cticas.
Durante el Ćŗltimo fin de semana, casi todas las cadenas de supermercados lanzaron una promoción de Ā«4 x 3Ā» en las lĆneas de gaseosas, una rebaja usual en decenas de ocasiones. Pepsi participó, pero Coca-Cola -que tiene mĆ”s del 50% del mercado y casi triplica en participación a su competidor- no se anotó.
«Los precios de los productos son definidos por los embotelladores en su relación con los distintos canales comerciales, como supermercados, autoservicios y kioscos», respondieron en Coca-Cola frente a la pregunta de este diario.
Los importes de varias presentaciones y sabores de Coca-Cola bajaron cerca de 9% en dos importantes cadenas de supermercados, segĆŗn observó ClarĆn.
«El consumidor estÔ muy sensible con la cuestión de los precios. Y cuida su bolsillo. No estÔ dispuesto a pagar por cuatro botellas -lo que le puede representar mÔs de ciento y pico de pesos en bebidas- para obtener un buen precio por unidad», retrata un analista de consumo masivo, que pide no ser identificado. «La gente estÔ queriendo un precio claro por producto, no andar tanto con la calculadora para determinar cuÔnto le sale algo. Hay algunas marcas que lo estÔn interpretando», agrega.
Desde hace unos meses, Coca-Cola trabaja con precios fijos en los kioscos, de donde proviene la mayorĆa de sus ventas. AllĆ definió un esquema de importes llamado Ā«30-20-10Ā» con esos valores en precios para distintas presentaciones. Los snacks de Pepsico y algunas lĆneas de yogures de Danone tambiĆ©n estuvieron comunicando precios fijos, algo impensado en Ć©pocas de mayor inflación. En cervezas, algunas etiquetas exploran ese territorio.
Aunque las empresas quieren preservar el vĆnculo con los sĆŗper y acompaƱar en sus ofertas, hay promociones que comienzan a no serles atractivas. Una marca de desodorantes importante (lĆder) tampoco viene apareciendo en los descuentos de esa categorĆa, segĆŗn observó el mismo consultor. Hay mĆ”s casos de etiquetas grandes (de fuerte nivel de recordación en los hogares, casi genĆ©ricas cuando se menciona la categorĆa en la que participan) remisas a ser metidas en las bolsas de Ā«4 x 3Ā» o el Ā«60/70/80% de descuento en la segunda unidadĀ».
Ā«Los precios congelados hasta el aƱo que viene de Carrefour, una iniciativa similar de Walmart, marcas que se animan a comunicar mĆ”s a travĆ©s de precios. Si la inflación baja, el pĆŗblico notarĆ” que la competencia por importes se agudizarÔ», aclaran en otra compaƱĆa de consumo masivo.
Los mayoristas comenzaron a capturar ventas de los clientes que antes iban a los hipermercados. Los autoservicios asiÔticos exhiben precios mÔs baratos que los disponibles en supermercados para centenas de productos. «Si se toma una lista de 100/200 productos o lo que uno hogar requiera, el supermercado sigue siendo mÔs económico», defiende el titular de una cadena de supermercados.
Lectores de ClarĆn enviaron fotos de un mismo producto (un lĆ”cteo) que estĆ” a $ 18 en autoservicios chinos, pero se estira a $ 23,90 (casi un 25% mĆ”s) en el canal Ā«modernoĀ», como se suele denominar a los supermercados en la jerga comercial.Ā»Puede haber algunas excepciones en productos puntualesĀ», refuta el ejecutivo supermercadista. Los consumidores tambiĆ©n cuentan de la diferencia de importes en vinos que se registra entre los locales mĆ”s pequeƱos y las grandes superficies, con estas Ćŗltimas vendiendo a valores mĆ”s elevados.
Fuente: Clarin