La actividad de la flota merlucera se mantiene dentro de los parÔmetros registrados en los últimos años, fundamentalmente de 2012 a esta parte cuando sobre el cierre de mayo se bordean las 100 mil toneladas en los desembarques.
SegĆŗn datos preliminares de la SubsecretarĆa de Pesca de la Nación, hasta hoy se habĆan desembarcado 94.252 toneladas. Claro que se si se considera que este aƱo hay un menor grado en la subdeclaración, el dato podrĆa denotar una caĆda real de volumen. Tomarle el pulso a la pesquerĆa resulta complejo en este contexto.
En cualquier caso, siguiendo la lĆnea de lo oficialmente declarado, 82.792 toneladas correspondieron al efectivo sur; mientras que 10.092 al norte, ubicado por encima del paralelo 41° Sur. Luego, se suman otras 1.367 provenientes del Golfo San MatĆas.
La segmentación seƱala, ademĆ”s, que los fresqueros acumulan 54.720 toneladas en los muelles; mientras que los congeladores, 32.056. El resto se repartió entre los costeros (5.503 toneladas) y las unidades menores de rada/rĆa (1.971 toneladas).

Respecto a la distribución por puertos, Mar del Plata conserva casi el 70 por ciento de la merluza descargada. Entre enero y mayo, llegaron a la estación marĆtima local 65.426 toneladas. DetrĆ”s aparecen Puerto Madryn (15.240 toneladas) y Comodoro Rivadavia (8.736 toneladas), entre otras terminales.

Zona ComĆŗn de Pesca
Por estos dĆas, la flota local estĆ” principalmente faenando en la Zona ComĆŗn de Pesca. Varias circunstancias favorecen la elección: cierta presencia del recurso en otoƱo, el hecho de no descontar toneladas de la cuota asignada, cercanĆa de la zona y, por lo tanto, ahorro de combustible.
El cƔlculo del costo operativo cobra importancia si se tiene en cuenta que la demanda contenida mantiene el precio pagado por kilo de merluza entre los 8 y 10 pesos a pie de muelle, prƔcticamente el mismo valor que el registrado en enero de 2015.
El otro aspecto que preocupa es el biológico en la zona norte. Desde el Inidep vienen seƱalando que āresulta absolutamente necesarioā considerar otras medidas alternativas para la protección de un efectivo en declive; entre ellas, aprece el resguardo de la principal zona de reproducción durante el otoƱo-invierno.
Registros recientes mostraron que la mayor actividad reproductiva tendrĆa lugar entre los 37° Sur y 38Āŗ 30ā S en el mes de abril y en los meses de mayo-junio al norte de los 37Āŗ S entre profundidades de 50 m a 100 metros de profundidad aproximadamente.
Fuente: Pescare.